Los apetitos se han desatado en el sector petrolero, por el control de los trabajadores y sobre todo, del poder económico que significan las nuevas inversiones en refinerías que el gobierno proyecta modernizar.
Los 85 mil trabajadores sindicalizados son el potencial del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la R.M., pero aumentar a en la medida que se incremente la capacidad de refinación, lo cual ya se observa en la obra de Dos Bocas, dónde laboran alrededor de 25 mil trabajadores, la mayoría de contrato o transitorios, pero que aspiran a la basificación.
Eso lo han calibrado los actuales integrantes del Comité Ejecutivo Nacional que están operando toda la “maquinaria” en las 36 secciones sindicales y que tienen el tufo del ex líder Carlos Romero Deschamps, que sigue presente aunque ya ni lo mencionen,”… él tiene el pulso del sector petrolero y conoce a sus operadores, que dejarán poco margen de acción a los aspirantes opositores a la actual dirigencia sindical o termina que maneja Miguel Hernández Limón.
Los que están listos para apuntarse como candidatos a la Secretaría General del STPRM, como Miguel Arturo Flores Contreras, de la Sección 1, de Ciudad Madero, Tamaulipas; Rubén Choreño Morales, de la Sección 34, Ciudad de México y Cristina Alonso, de la Alianza por la Unidad Petrolera, con sede en Tabasco, conocen los laberintos a los que se enfrentan por toda la maquinaria que tiene lista la gente aliada a Romero Deschamps, tanto en recursos económicos como en personal en cada una de las 36 secciones sindicales.
La mayoría advirtieron ya a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, que se implementen mecanismos que garanticen el voto, libre, personal y secreto a través de la plataforma digital, y que en los centros de trabajo de Pemex, no se den intimidaciones, amenazas y hasta agresiones físicas para inclinar la balanza hacia un determinado candidato, señalan que el ambiente está candente y deben evitar actos vandálicos.
