Todos anhelamos ser respetados, pero quizá no estamos seguros de cómo funciona, ya sea en los negocios o en la vida. Si estamos en una posición de liderazgo en alguna empresa o negocio debe ser vital y también es parte de estar bien, de vivir bien, ya que sin importar la cantidad de dinero que poseamos podemos ser respetados, o transmitir miedo y rechazo. El respeto no se impone, se conquista, y al hacerlo generamos una mayor productividad en nuestro círculo social íntimo que hará un voz a voz que nos dará una imagen a resaltar.
Vivimos en un mundo de inseguridades. Las personas respetadas son auténticas y no temen en compartir su opinión o punto de vista y hablan con la verdad por delante de lo que realmente conocen o saben hacer.
Ésto genera una mayor confianza.
SABER ESCUCHAR
Si queremos ganar respeto debemos escuchar atentamente lo que los demás están dispuestos a decir.
CUMPLIR PROMESAS
Este quizás sea uno de los puntos fuertes para ganar mayor respeto. Debemos siempre mantener nuestra palabra y cumplirla; si nos tomamos a la ligera lo que prometemos terminaremos como alguien de menor valor.
SER AMABLE
Algo tan básico como un buen apretón de manos, una sonrisa o saludar a cualquier persona, sin importar su oficio o edad, nos garantiza una forma sólida de construir relaciones y habilidades sociales, partiendo de la empatía.
CERO EXCUSAS
Como se mencionó antes, debemos cumplir como ley nuestra palabra, pero en caso de no poder hacerlo por cuestiones ajenas a nuestro control debemos aceptar los errores y asumir la responsabilidad, sin sacar excusas a relucir.
NO HACER PERDER EL TIEMPO
Si respetamos el tiempo de los demás, respetarán el nuestro. Ésto incluye no llegar tarde, no gastar reuniones hablando de cosas inútiles, ser objetivos y tratar los inconvenientes de forma inmediata.
NO DISCULPARSE POR TODO
Las personas que siempre dicen “lo siento” no son bien respetadas. Hay un tiempo y lugar para excusas. A veces se cometen errores que afectan a la familia y amigos. Podemos disculparnos con ellos.
AÑADIR VALOR REAL
Si somos parte de una comunidad, una empresa, un grupo de amigos o un equipo, seremos respetados si siempre pensamos en formas de ofrecer valor a los demás. El valor puede ser de muchas formas.
APRENDER A DECIR NO
No hay que sentirse mal por decir no en algunas ocasiones. No es necesario estar de acuerdo con todo lo que alguien opine o nos pregunte, especialmente si se trata de un superior o un cliente.
PRACTICA LA HUMILDAD
No siempre vamos a tener razón en todo, incluso el tener un currículum con grandes logros no nos exime de ésto. Cada persona nos puede enseñar algo nuevo o aportar algo diferente. El respeto no viene de decir que somos lo mejor en algo.
LA CONFIANZA
Es cierto que la confianza viene de la comprensión, de la humildad, y que cada persona tiene algo único que ofrecer al mundo.