OTHÓN P. BLANCO, QUINTANA ROO. Reuniones familiares, abrazos y deliciosos platillos son solo algunos de los elementos característicos del Año Nuevo. Sin embargo, en estas fechas también se corre el riesgo de que el festejo termine mal.
Tal es el caso que ocurrió en el municipio Othón P. Blanco, en Quintana Roo, donde un niño, de tan solo seis años de edad, estuvo a punto de quemar vivo a su abuelito.
Resulta que los familiares del menor estaban hablando sobre las festividades y dijeron que ‘había que prender fuego al viejo’, refiriéndose al año que quedaría atrás. El pequeño malinterpretó estas palabras y pensó que querían incendiar al anciano.
Por travieso e inquieto, el niño tomó algunos de los explosivos que tenía, papel de baño y una cajetilla de cerillos. Con esto en mano se dirigió a la habitación de su abuelito y al ver que estaba dormido, envolvió los petardos con el rollo y, cuidadosamente, los colocó bajo el colchón.
Cuando todo estaba en posición, prendió fuego y salió corriendo del lugar. Gracias a que la ‘bomba’ tenía ‘chifladores’ los familiares del niño, que estaban en plena celebración, se percataron de que el abuelito estaba a punto de morir quemado.
Todos corrieron a ayudar al veterano y el fuego se extendió por gran parte de la habitación. Gracias a la rápida acción de los presentes, solo se registraron daños materiales.
Cuando los bomberos llegaron el fuego había sido sofocado. Finalmente dieron algunas recomendaciones a la familia para evitar una tragedia y se retiraron.
Afortunadamente todo quedó en el susto y pudieron celebrar la llegada del Año Nuevo sin lamentar alguna pérdida.
Con información SDP y Noticias Cancún
