La coordinadora de ese ancianato, Milton Lodge, dijo a los periodistas que fue Joan Corp, de 89 años de edad, la propulsora de la iniciativa. “Cada vez que le preguntábamos a Joan que quería para aquel día, siempre contestaba: a un hombre. Por eso no nos sorprendimos de que su voluntad respecto a la cena fuera esa. Discutimos los detalles en un chat y todo el mundo apoyó su idea”, explicó la responsable de la residencia de ancianos.
Musculosos empleados de “Hunks in Trunks”, vestidos apenas con delantales, atendieron a las 11 residentes del ancianato. A cada una les llevaron tres platos de comida e hicieron un masaje.
Todas las ancianas se manifestaron felices por el evento. Así, la abuela más vieja de la residencia, Doll Jenkins, de 99 años, evaluó con elogios a los camareros y les pidió que se hagan de nuevo presentes para la fiesta de su centenario.
Con información de RT