CD DEL CARMEN. Miles de feligreses participaron en el CXXXIV Paseo por Tierra de la sagrada imagen de Nuestra Señora del Carmen, que recorrió las distintas calles de la ciudad, además que se realizó la solemne misa en el Estadio “Resurgimiento”, donde participaron más de seis mil personas que desbordaron la fe y el amor por la reina de los carmelitas.
Desde tempranas horas, cientos de carmelitas, se acercaron al Santuario Mariano Diocesano, donde en punto de las siete de la mañana, dio inicio a la primera misa, en donde el sacerdote José Francisco Díaz Vera, enfatizó sobre los festejos marianos que están a punto de concluir y que este año, la fe de lso católicos se ha vivido con mucho más fervor que en años anteriores.
Al término de la sagrada eucaristía, dio inicio la alborada, que encabezó la Sagrada Efigie, le seguían los estandartes de los gremios participantes y la multitud calculada en casi dos mil personas, que recorrieron las calles 31, luego la 24, siguieron en la 25, salieron nuevamente a la 31 por el parque Cuauhtémoc, llegando a la glorieta del Camarón, y continuando por la 56, para entrar al Estadio “Resurgimiento”, donde en punto de las 10 de la mañana dio inicio a la Solemne Misa, presidida por el obispo de Campeche, José Francisco Gonzales Gonzales.
EN EL RESURGIMIENTO
Durante la Solemne Misa que se llevó a cabo en el estadio Resurgimiento de la Universidad Autónoma del Carmen, por el CXXXIV Paseo por tierra de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Carmen, el obispo de Campeche monseñor José Francisco Gonzales Gonzales, aseguró que las leyes que se impulsan sobre el aborto legal y a eutanasia en el estado de Campeche y el país atentan contra los valores y principios católicos, además que eso es símbolo de que en la actualidad se está viviendo la época de la muerte.
Cerca de seis mil personas fueron las que se congregaron en el estadio en punto de las 10 de la mañana dio inicio a la sagrada eucaristía, en la homilía Gonzales Gonzales, enfatizó en la gracia de la Virgen y el milagro de que fue la elegida para dar a luz a la vida misma, “es más fácil matar, para aparentemente vivir, que morir por dar vida. Hoy celebramos a la Virgen del Carmen, quien tiene a Jesús en sus brazos, y Jesús es vida, lo que significa que María es madre de la vida y María es quien nos enseña a amar la vida”.
El obispo de igual manera señaló que es necesario recordar el valor de vivir, pues según sus palabras, parece que la vida ya no tiene ninguna validez ni preocupación, “y es que cuanto nos hace falta apreciar el valor de la vida, en nuestra Ciudad, el estado y el país. Ya se a perdido tanto el valor de la vida y tan acostumbrados a la muerte, que ya no nos preocupan los asesinatos y la manera en la que los realizan, ya perece que la vida no vale nada”.
Reconoció que, debido al momento de violencia, la sociedad está cambiando la manera de ver la vida y la muerte y esa es la razón por la cual existe un desprecio a la vida, “nos estamos acostumbrando tanto a este estilo de ver las cosas que ya no nos da enfado, si matan a alguien, solo tomamos ese dato como algo estadístico. Vivimos un momento en el que ya no defendemos la vida”.
Enfatizó que la situación es más grave y culpo a las leyes por volver legal y el cambio de ideologías que existen en cuanto al valor de vivir, “Los que vivimos en este Siglo XXI, pareciera que somos la generación de la Muerte, ya que con la universalización de la mentalidad del aborto los padres matan a los hijos y con la fuerte tendencia de la eutanasia a la que le llaman Ley de Voluntad Anticipada, los hijos están matando a los padres”
Pese a que es una tradición de 38 años, el que dos familias, creen una réplica de la imagen de la Virgen del Carmen y que posteriormente es elevada a los cielos con ayuda de globos, este año, esa tradición por desgracia acabo temporalmente pues la familia no se contactó con la iglesia, para saber si seguirían haciendo tan bello detalle que caracteriza los paseos por tierra.
Posterior a ello, la imagen fue regresada al Santuario Mariano, tomando las calles 56, 33, 34 y 31, donde la gran parte de los que la acompañaron desde tempranas horas, la siguieron, hasta que la colocaron en su nicho para dar continuidad a las celebraciones.