La Policía Ministerial Investigadora (PMI), todavía no detiene al presunto violador, Devis del Jesús Pérez Vite, de 22 años de edad, quien el pasado miércoles por la tarde, violó a una niña de ocho años de edad, en la colonia El Playón.
Ayer, sus familiares se pararon en un costado del Puente El Zacatal en la colonia Puntilla para exigir que el violador de la pequeña, sea aprendido lo más rápido posible.
Trascendió que, la niña estuvo grave por el ataque que sufrió del sádico sujeto, pero gracias Dios fue dada de alta de la clínica Morelos, donde estuvo internada y fue sujeta a una intervención quirúrgica.
La familia de la niña, como son de escasos recursos económicos tuvieron que prestar dinero para cubrir gastos médicos en la clínica, un diputado del P R I, apoyó con la cantidad de diez mil pesos, y se pudo cubrir la deuda de $30,000 que cobró la clínica Morelos.
Vecinos de la familia dijeron que, saben que las autoridades judiciales no detienen al violador de la niña.
Se averiguó que, la niña fue violada en casa del sujeto, ex marido de una tía de la niña. Se reveló que, la tía y la niña pasaron a la casa del rufián. En ese momento la tía fue a comprar un pollo asado y cuando regreso encontró a la niña ultrajada y con las evidencias del bestial ataque.
La tía de la niña comenzó a gritar por el horroroso cuadro que presenciaba y el sujeto la golpeó sádicamente y huyó de la casa.
Dicen los vecinos que, un familiar sacó al presunto violador a Atasta Pueblo o a alguna comunidad circunvecina.
Hasta hoy, ninguna autoridad defensora de la mujer, la familia o los niños, se ha acercado a la familia, hasta tienen la idea de que el presunto violador goza de influencias con las altas autoridades y se cree que por eso no ha sido detenido. Sin embargo, la familia da un voto de confianza a las autoridades, que de un momento a otro le den a conocer que ya capturaron al sujeto y que le aplicarán todo el peso de la ley.
Los vecinos dijeron que la mamá de la niña está inconsolable, no aquilata la idea de lo que le pasó a su hija de ocho años de edad, llora a cada rato, está mal de los nervios y sufre mucho.
Lo que la familia pide nada más es justicia, sostuvieron los vecinos.
Lo que la familia pide nada más es justicia.
