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18 mayo, 2024

Vivir Bien

¿Atravesando por momentos difíciles?

 Puede que estés en duelo por una pérdida que no se aparta de tus pensamientos. Puede que te acuestes llorando por las noches debido a una situación con algún hijo, que está más allá de tu control; o un matrimonio fracasado, un pequeño en medio de exámenes médicos, o tal vez una rebelión abierta contra Dios y contra las decisiones de tus padres. Quizás estás enfrentando algunos asuntos de salud propios, tus ingresos no te permiten cubrir los gastos mensuales o tu iglesia se encuentra en medio de una crisis por un tema candente.

¿Qué hacer ante la adversidad?
Sabemos que podemos y debemos orar por estos asuntos. Pero orar no es todo lo que podemos y debemos hacer. “Por nada estéis afanosos” escribió el apóstol Pablo “antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7.

Cuando la oración se une a la gratitud, cuando abrimos nuestros ojos lo suficiente como para ver las misericordias de Dios en medio de nuestro dolor, y cuando ejercitamos nuestra fe y le damos gracias a Él aun cuando no podemos ver esas misericordias, Él nos alcanza con Su paz indescriptible. Es una promesa..

Nuestra manera de pensar
¡Ah! Podemos intentarlo de otra manera. Sin acción de gracias. La autora y maestra bíblica Beth Moore describe la manera como vive la mayoría de las personas, sustituyendo las frases familiares de Filipenses 4:6-7 con los polos opuestos:  No estés calmada por nada, sino que, en todo, piensa en ello constantemente creyendo que Dios te está fastidiando, y mantén en tu mente que “esa es la gratitud que recibes”, por eso preséntale tus agravios a todo el mundo menos a Él. Y la acidez de tu estómago, que trasciende todos los productos lácteos, te causará una úlcera y las facturas del médico te provocarán un ataque al corazón llevándote a perder el sano juicio.

Cómo experimentar la paz
La oración es vital, pero para experimentar realmente Su paz, tenemos que acercarnos a Él con gratitud. Gratitud difícil de ejercitar. Gratitud costosa. El tipo de gratitud que confía que Dios está obrando para nuestro bien aun en las circunstancias más desagradables… esa gratitud que guarda nuestros corazones y nuestras mentes con Su inexplicable paz. ¿Estás enfrentando una o más situaciones caóticas? ¿Tu alma está agotada de luchar, estresada y drenada? Hay paz -Paz de Dios- esperando por ti justo detrás de la puerta de la gratitud intencional. Pero la única manera de encontrarla es yendo tú  a verla. La paz de Dios es una de las muchas bendiciones que viven al otro lado de la gratitud.
 

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