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16 junio, 2024

Vivir Bien

Termómetro de oído es poco recomendable

Una de las cosas que no pueden faltar en el botiquín de cada casa, y más teniendo niños pequeños en la familia, es un termómetro.

Una herramienta imprescindible para tomar la temperatura de nuestros hijos cuando están enfermos. Los termómetros de oído son muy populares por su comodidad, ya que toman la temperatura de una manera segura y más rápida que las mediciones de los termómetros orales o rectales, que pueden dificultar esta labor en el caso de los bebés.

Miden la temperatura en el interior del canal auditivo a través de infrarrojos, sin causar molestias ni roces.

Según sostienen algunas voces expertas, entre ellas un estudio de la Universidad de Liverpool que se publicó en la revista médica británica ‘The Lancet’, este tipo de medidores de la fiebre no son fiables para tomar la temperatura por varias razones: 

* La curva del oído y la existencia de cerumen en su interior pueden interferir en la precisión del termómetro, pudiendo dar lecturas falsas.

* Si a la hora de realizar la medición con este tipo de termómetros hay infección o inflamación en el oído, el sistema de infrarrojos puede detectar fiebre sin que esta exista, o bien no detectarla.

* Estos termómetros no se recomiendan para bebés menores de 6 meses, ya que su canal auditivo es muy pequeño. Por lo tanto los termómetros de oído ofrecen buenas referencias de calidad y precisión, siempre y cuando el interior esté despejado, de lo contrario las mediciones no son muy fiables.

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