Es cierto que la vorágine actual y la exigencia en diferentes ámbitos de la vida nos deja poco tiempo libre para la recreación y la formación y por ello, el tiempo de lectura se ve muy reducido. En este contexto, es de vital importancia hacerse unos minutos diarios para poder leer aunque sea algunas páginas de nuestros libros y textos favoritos y se recomienda que este momento sea en la noche, antes de disponerse a dormir.
Hay numerosos estudios que aseguran que la mejor manera de conciliar el sueño es la lectura, porque genera una sensación de bienestar y relajación única y además permite obtener nuevos conocimientos, desarrollar una mejor capacidad de memorización y saber más sobre cultura general.
Muchas personas tienen como costumbre antes de dormir ver un poco de televisión o actualizarse a través de sus Smartphone con lo último de las redes sociales, lo que resulta poco conveniente si se quiere dormir bien. Un estudio reciente publicado en Philosophical Transactions de la Royal Society B alertó que la exposición de la luz artificial a través de estos dispositivos provoca interrupciones en los ritmos circadianos, los que coordinan el reloj biológico y por tanto, los estados de sueño y vigilia. El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir dificulta la conciliación del sueño.
En cambio, quienes leen antes de dormir, pueden acercarse al sueño de manera gradual. Esta práctica no solo ayuda a relajarnos, sino que ayuda a nuestro cerebro a prepararse para conciliar el sueño, combate el insomnio y nos permite descansar mejor. Esta actividad permite además alejarnos del estrés, porque tomar un libro y disponerse a leerlo supone un momento de relax, donde el lector se aleja de la rutina y se dispone a adentrarse en un mundo totalmente nuevo, lejos de la realidad y los problemas del día a día.
