El acrílico es uno de los plásticos más versátiles, que se usa en la fabricación de accesorios para el hogar, envases y hasta como revestimiento.
Resistente y vistoso, el acrílico puede tomar la forma de floreros, vasos, copas, portarretratos, cajas de herramientas y una amplia variedad de objetos que utilizamos, ya sea para decorar o almacenar.
Ahora, entre sus características está la de ser un material que se astilla con suma facilidad, y en el que tiende a acumularse una capa pegajosa si no se limpia adecuadamente. Para mantenerlos brillantes y enteros por más tiempo, sólo sigue estos consejos:
»» Sol y sombra. El acrílico se expande con el calor, y ésto puede ir deformando las piezas poco a poco. Trata de situarlas en superficies donde no estén expuestas a los rayos del sol, o cerca de otras que reflejen la luz.
»» Mismo sentido. Al quitar el polvo, utiliza paños secos de algodón y haz movimientos rectos o en diagonal, ya que los circulares van dejando marcas diminutas que luego crean las fisuras.
»» Agua y vinagre. Si no vas a emplear limpiadores especiales para objetos de acrílico, mejor rociarlos con una solución de agua y vinagre. Ésta cortará la grasa y le devolverá el brillo.
»» En los gabinetes. Para prolongar la vida útil de estas piezas, también debes tener cuidado al guardarlos.
Los platos y bandejas es mejor separarlos con una hoja de papel, los vasos en sus cajas y no apilarlos, sino almacenarlos uno al lado del otro.