Las agresiones entre usuarios de redes sociales son un fenómeno que se ha manifestado desde los primeros años de Internet. La psicología detrás de los llamados trolls – personas que acosan y se muestran hostiles hacia otros– ha llamado la atención de distintos expertos, quienes buscan no sólo encontrar las razones que hay detrás de esta clase de comportamiento, sino también ayudar a quienes son víctimas de estos embates a fin de lidiar con ellos.
Luego de un experimento, los investigadores llegaron a la conclusión de que cualquiera de los usuarios regulares de redes sociales es un troll en potencia.
Basta con cumplir uno de estos requisitos: amanecer de malas o indignarse por los comentarios negativos de otras personas, para liberar al demonio interno enmascarado por el distanciamiento físico y relativo anonimato que las redes sociales brindan.
Los datos obtenidos por el experimento mostraron que cerca del 35% de los participantes que completaron un prueba fácil y vieron comentarios neutrales realizaron comentarios troles. El porcentaje se elevo a 50% si el sujeto había realizado la prueba difícil o visto los comentarios negativos al inicio. Plos participantes que fueron expuestos a las dos experiencias negativas fueron troles el 68% de las veces.