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18 mayo, 2024

Vivir Bien

¿Qué es nacer de nuevo?

En el capítulo 3 del Evangelio de Juan, se narra la historia de un maestro de las antiguas escrituras que se asombra cuando Jesús le dice que es necesario nacer de nuevo. Extrañado, el maestro le pregunta cómo podría un hombre viejo volver al vientre de su madre, a lo que Jesús contesta que el que no nace del agua y del Espíritu, no podrá entrar en el Reino de Dios. Tú y yo anhelamos entrar en ese Reino, por tanto, el requisito es nacer de nuevo… pero, ¿a qué se refiere?

Volviendo al Principio
Debido a la herencia de pecado con la que nacemos después de que Adán y Eva pecaron, los hombres nacen separados de Dios y la naturaleza con la que nacemos viene tejida con el pecado, es por ello que un pequeñito rodeado de amor y buen trato, desobedece, hace berrinches o grita que no, porque en nuestro interior hay una tendencia a hacer lo que nos parece cómodo y conveniente.

Cuando creemos en Jesús como Señor, es decir, como una persona que es dueño de nuestra vida y que tiene poder o dominio sobre ella, nos pone en posición de servicio, de hacer lo que Él nos pida sin hacer berrinches o gritar que no. Esa disposición en nuestro corazón de querer hacer la voluntad del Padre y no la nuestra, es lo que revela que hemos nacido de nuevo. El deseo de alejarse del pecado para agradar a Dios y mantener una consciencia limpia, no porque seamos perfectos, sino porque nos duele hacer lo malo y pedimos perdón a Dios cada vez que pecamos.

Hemos sido adoptados
Nacer de nuevo no opera de manera literal sino espiritualmente. Al creer en Jesús, no sólo somos librados de la condenación eterna (Juan 3:18), sino que también somos adoptados como hijos de Dios, ya que según San Juan 1:12 dice: "Pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios, al creer en su Nombre", además formamos parte de la familia del Todopoderoso: "Y yo seré para ustedes Padre, y ustedes me serán hijos e hijas" (2 Corintios 2:18). Nacer del Espíritu significa que la llenura del Espíritu Santo en nosotros nos habilita para rechazar esta antigua naturaleza que va en contra de Cristo, y pasamos a una nueva naturaleza que acepta la voluntad de su Señor. En Hechos 2:38, el apóstol Pedro nos enseña: "Conviértanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo". Esta llenura del Espíritu en nuestras vidas, nos impide hacer cosas contrarias a la naturaleza divina, señal de que has nacido de nuevo.

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