Los utensilios de hierro son bastante versátiles, ya que se puede cocinar con ellas sobre la estufa o directamente en el horno, son utensilios muy duraderos, y casi imprescindibles en la cocina.
Pero sin los cuidados adecuados el óxido se puede hacer presente y dañarlas.
Pasos:
“Lavar con un cepillo o mopa de metal el área afectada por el óxido para intentar reducir a lo mínimo su cantidad.
“Si el óxido es tal que el cepillo o la mopa no son capaces de eliminarlo, intenta preparar una mezcla de una parte de vinagre con una parte de agua, verter y checar de hora en hora para evitar el exceso de remojo, por un máximo de cuatro horas. Luego secar bien con una toalla.
“Mueve las rejillas del horno a la parte más inferior posible. Encender el horno y colocar dentro y boca abajo sobre la rejilla las ollas y sartenes de hierro, dejar dentro por un máximo de cuatro horas. Una vez cumplido este tiempo, dejar dentro del horno hasta que se enfríen completamente.
“Retirar del horno una vez frías y fregar nuevamente a cepillo, luego secar con una toalla.
“Una vez secas, verter aceite, manteca o cualquier engrasante de cocina de su preferencia, tanto por dentro como por fuera.
“Colocar nuevamente en el horno (con la rejilla en el medio o abajo) boca abajo a 350°F, por una hora más.
“Una vez cumplido el ciclo, retirar, y antes de que se enfríen, aplicar otra capa de manteca o aceite para terminar la cura, ¡y listo!
