Es importante que vigiles la salud de los ojos de los niños bajo el agua, sobre todo en el caso de la piscina, en donde los niveles de cloro pueden ser dañinos para los más pequeños. Las gafas de buceo no son una moda, sino una necesidad para los niños.

Razones

1. El sol también llega bajo el agua.
Aún sumergidos bajo el agua, a 50 cm de la superficie, los rayos de sol son igual de intensos.

2. Otras sustancias que encuentras bajo el agua.
Ya sea en el mar, en ríos, pantanos o piscinas, en el agua conviven tanto gérmenes y bacterias, que pueden ser dañinos para la salud ocular, como elementos químicos que pueden afectar al ojo: cloro, sal, restos de repelente antimosquitos o de crema solar.

3. Busca gafas de buceo con protección UV, antiempañado y calidad.
De esta forma evitas que cada poco tiempo los niños se tengan que quitar y poner las gafas para limpiarlas, permitiendo que entre agua o que terminen por no usarlas.

4. Les protege de la sequedad.
Curiosamente el agua puede provocar que se resequen las mucosas y se desarrollen síntomas de ojo seco, por lo que la solución más cómoda pasa por el uso de estas gafas de buceo. En caso de ser necesario, se recomienda recurrir a lágrimas artificiales para refrescar y calmar el ojo seco.