CDMX. El sol de mediodía cae implacable sobre el Mercado Principal Pedro Sainz de Baranda, epicentro de la fiebre navideña en la capital campechana. Doña María, cargando bolsas rebosantes de tejocotes y guayabas para el ponche, regatea con el vendedor de frutas: “¡Bájale un poco, don Chucho, que con estos precios el pavo ya me salió caro!”.
Alrededor, el aire se impregna de olores a camarón fresco, achiote y tamales envueltos en hoja de plátano, mientras altavoces suenan villancicos mezclados con sones jarochos. Este año, las compras para la cena de Nochebuena se sienten más apretadas. Según datos nacionales, el menú tradicional encareció 17 por ciento, con el bacalao alcanzando los 500-650 pesos por kilo y el pavo ahumado entre 120 y 150.
En Campeche, donde el mar dicta la mesa, las familias optan por lo local: camarones gigantes (hasta 400 pesos/kg) y cazón fresco para evitar importaciones costosas. Aquí, la cena navideña varía según la casa y el bolsillo. En las familias tradicionales, predomina el estilo peninsular: pavo asado rojo (adobado con achiote y recado), acompañado de cebolla morada en vinagreta, sopa de pasta, frijoles colados y ensalada mixta con papa, zanahoria y betabel.

