CAMPECHE. Tras cuatro años de permanecer prófugo de la justicia, el excandidato a la gubernatura de Campeche, Eliseo Fernández Montúfar, protagonizó un polémico retorno a la escena pública. El político, quien enfrenta acusaciones por el delito de peculado, fue captado durante la posada navideña organizada por el partido Movimiento Ciudadano. El evento, encabezado por la actual alcaldesa Biby Rabelo de la Torre, tuvo lugar en el estadio de béisbol Leandro Domínguez, situado en el corazón de la capital del estado.
Esta inesperada aparición ha generado una ola de indignación entre diversos sectores de la sociedad campechana, quienes ven en este acto una provocación directa a las instituciones de procuración de justicia. El hecho de que un individuo con una orden de aprehensión vigente se presente en un evento masivo, cobijado por figuras del poder municipal, sugiere una preocupante red de protección y una total falta de respeto al debido proceso legal que debería enfrentar ante las autoridades competentes.
Para muchos ciudadanos, la presencia del exalcalde en un evento público no es una coincidencia, sino un mensaje político calculado que busca demostrar impunidad. Al mostrarse ante sus simpatizantes sin enfrentar las consecuencias de sus presuntos actos ilícitos, Eliseo “N” proyecta una imagen de invulnerabilidad que hiere la sensibilidad de una ciudadanía que demanda transparencia. Este comportamiento es percibido como una burla directa hacia el sistema judicial y hacia la confianza del pueblo campechano.
Ante el vacío dejado por el Partido Acción Nacional (PAN), Eliseo “N” anunció un cambio de estrategia, renegociar su futuro político con la dirigencia nacional del PRI. En sus declaraciones, hizo público su interés de reunirse con Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas para explorar una posible coalición en el estado de Campeche.
Finalmente, el evento ha puesto bajo el reflector la relación entre la actual administración municipal y el prófugo de la justicia, planteando serios cuestionamientos sobre la ética de las figuras políticas locales. Mientras las investigaciones por el presunto desvío de recursos públicos continúan, este episodio queda marcado como un momento de gran tensión política en el estado

