CAMPECHE, CAMP. La feria del barrio de San Francisco ya se encuentra casi lista podrían brillar y los gritos de la emoción de niños abundarían en este espacio, sin embargo, el panorama esconde un negocio que deja poco margen para los comerciantes locales. La alcaldesa Biby Rabelo y su administración cobran a los ambulantes tarifas elevadas para poder instalarse, unos 400 pesos por cada puesto pequeño, según confirmaron los propios comerciantes.
Roger Navedo, jefe de Comercio Establecido y Ambulantaje, explicó que estos cobros dependen del giro y que garantizan la permanencia durante la feria. Por lo que los afectados advierten que fuera de este espacio, la ciudad se les cierra, pues cualquier intento de vender en otra parte se sanciona automáticamente con multas. Para muchos, esto convierte la feria en un negocio lucrativo del Ayuntamiento más que en un apoyo a los emprendedores locales.
Entre los 19 juegos mecánicos y los espectáculos, los comerciantes sienten que su presencia se limita a pagar y obedecer reglas estrictas, mientras que la ciudad pierde la oportunidad de ver actividad comercial libre y más diversa en sus calles. Lamentablemente muchos pagan para poder trabajar y aunado a esto tampoco L.R. en ningún espacio, porque la administración municipal siempre les quiere imponer un precio.

