CAMPECHE, CAMP. La tensión crece en Campeche ante el incremento de los niveles de sus ríos. El río Palizada, en particular, mantiene en alerta a las autoridades y a los habitantes de las comunidades de El Salto y La Toza, donde un bordo dañado de 60 metros, construido con costales de arena, presenta filtraciones que ya alcanzan los patios de las viviendas.
En las últimas 24 horas, el afluente pasó de 4.82 a 4.86 metros, acercándose peligrosamente a su límite de alerta de 5.20 metros. Mientras tanto, los ríos Candelaria y Canasayab, en Champotón, muestran niveles más estables, pero no exentos de preocupación.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Candelaria registra 35.77 metros, aún a metro y medio de su nivel máximo ordinario de 37.15, y el Canasayab se mantiene en 0.93 metros, lejos de su límite de alerta de 4.74. Sin embargo, la vigilancia no cesa, pues cualquier cambio podría alterar la calma actual.
A kilómetros de distancia, el río Usumacinta, en Tabasco, ya superó su nivel máximo ordinario al alcanzar 19.44 metros, 23 centímetros por encima de su indicador de alerta, lo que intensifica la atención sobre los afluentes campechanos.
En Palizada, el presidente municipal, Pedro Javier Ayala Cámara, junto con Protección Civil, ha supervisado los bordos y colocado sacos para reforzarlos, pero las filtraciones en El Salto y La Toza evidencian la urgencia de acciones más contundentes.
Los habitantes, que meses atrás reportaron el deterioro del bordo, observan con inquietud cómo el agua comienza a superar las barreras improvisadas. Aunque las autoridades mantienen monitoreo constante en otros cuerpos de agua del estado, el foco rojo está en Palizada, donde la amenaza de la naturaleza exige respuestas rápidas para evitar una tragedia.
Aunque las autoridades mantienen monitoreo constante en otros cuerpos de agua del estado, el foco rojo está en Palizada, donde la amenaza de la naturaleza exige respuestas rápidas para evitar una tragedia.
