CAMPECHE – En las aguas del Golfo de México, frente a Campeche, Ku Maloob Zaap, el principal activo petrolero de Petróleos Mexicanos (Pemex), se hunde en una crisis sin precedentes.
Este complejo, que sostiene más de un tercio de la producción de la empresa estatal, atraviesa un declive acelerado que comenzó bajo la dirección de Octavio Romero Oropeza, poniendo en riesgo las aspiraciones de autosuficiencia energética del país.
La debacle no es solo estadística. Desde 2021, una serie de accidentes mortales han golpeado al complejo, dañando ductos y plataformas clave, según reportes de Bloomberg. Estos incidentes han agravado la caída en la producción, que en 2023 mostró una estabilización temporal, pero que hoy ha alcanzado niveles no vistos en 40 años.
La promesa de producir 2.5 millones de barriles diarios para 2024 se desvaneció, y Ku Maloob Zaap, el pilar petrolero de México, refleja el fracaso: hasta mayo de 2025, su producción promedió 542 mil barriles diarios, un desplome del 38 por ciento respecto a los 875 mil barriles diarios de 2018, su año de mayor gloria.
Datos de Onexpo muestran que, en diciembre de 2018, Ku Maloob Zaap producía 862 mil 400 barriles diarios, con reservas probadas de mil 858 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, según el analista Ramsés Pech, de Caraiva y Asociados.
Pero para 2024, la producción se derrumbó a 648 millones de barriles, un descenso del 65 por ciento que lo relegó al tercer lugar entre los activos de Pemex en reservas, un golpe devastador para la empresa bajo el mando de Romero Oropeza.
¿POR QUÉ SE EXTINGUE KU MALOOB ZAAP?
Pemex achaca la caída al “declive natural” de los yacimientos, según su reporte financiero de 2024 enviado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Fluvio Ruiz, exconsejero de Pemex, confirma que la madurez de los campos es un factor, pero subraya que el reto es monumental.
Analistas apuntan a la falta de presión en los yacimientos, probablemente por una insuficiente inyección de nitrógeno, como un agravante clave.
Bajo la dirección de Romero Oropeza, las medidas para revertir este colapso fueron insuficientes, dejando al complejo al borde del abismo.
ACTIVO HISTÓRICO EN RIESGO
Descubierto entre 1979 y 1990, Ku Maloob Zaap lleva el nombre del pescador que halló sus primeros indicios.
Con sus cinco campos: Ku, Maloob, Zaap, Bacab y Lum, es el segundo activo más importante en la historia petrolera mexicana, solo detrás de Cantarell. Sin embargo, sus reservas se agotan a un ritmo alarmante.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se apostó por acelerar el desarrollo de campos como Quesqui, productores de condensados de gas, pero esta estrategia no ha logrado frenar el declive de Ku Maloob Zaap.
FUTURO INCIERTO DEL PETRÓLEO MEXICANO
La Agencia Internacional de Energía (IEA) advierte que México podría convertirse en importador neto de petróleo para 2030 si no se actúa con urgencia.
La reforma constitucional que transformó a Pemex en una empresa de servicio público busca reforzar su rol, pero no resuelve los problemas estructurales: una deuda abrumadora y la falta de inversión. Mientras Ku Maloob Zaap, el corazón petrolero del país, se desvanece, el futuro energético de México pende de un hilo.
Octavio Romero Oropeza, cuando tuvo el timón de Pemex, cargó y carga con la responsabilidad de un declive que parece irreversible.
La tecnología y las alianzas con el sector privado podrían ser la salvación, pero el tiempo se agota. Ku Maloob Zaap, alguna vez emblema del orgullo petrolero mexicano, se extingue, dejando al país al borde de una dependencia crítica del crudo extranjero.
