CAMPECHE, CAMP. Por años, los lugareños caminaron por esas grutas sin saber que escondían tesoros que harían regresar a científicos europeos. Hoy, el ecoturismo toca a la puerta de Campeche con la promesa de cambiar vidas, por lo que el estado podría estar a un paso de convertirse en uno de los destinos de naturaleza más atractivos de todo México y del mundo.
Así lo afirma la Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo A.C., que, tras visitar varias regiones del estado, concluyó que hay una mina de oportunidades esperando ser exploradas: selvas, cuevas, senderos y comunidades con saberes que podrían conquistar al turismo extranjero.
En Calakmul, por ejemplo, hay ocho grutas, de las cuales solo cuatro han comenzado a ser exploradas con fines turísticos. El resto, permanecen vírgenes, en espera de investigadores y aventureros. Pero el atractivo va más allá de las formaciones rocosas. En El Hormiguero, también en la región, comunidades han empezado a ofrecer experiencias de turismo comunitario.
Y es que los turistas, especialmente los extranjeros, vienen buscando lo que para muchos campechanos ha pasado desapercibido. En Candelaria, hay una hoja —sí, una hoja— que ha llamado la atención de botánicos italianos. Su interés ha sido tan fuerte que han venido hasta aquí solo para estudiarla. Una planta que para todos siempre estuvo ahí, ignorada entre el follaje.
En Hopelchén, por ejemplo, tiene senderos con enorme potencial. En Tenabo, el ciclismo rural ya se practica a pequeña escala, pero podría convertirse en una actividad clave para atraer visitantes interesados en rutas escénicas y aire fresco.
El mensaje de la asociación es claro: hay que voltear a ver lo que ya existe, lo que crece sin ruido, lo que las comunidades ya están haciendo. Si se apoya y visibiliza todos estos sitios en cada municipio del estado, cada comunidad podría brillar tanto como los grandes destinos turísticos del país.
