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11 mayo, 2025

CALKINÍ

Campeche

SAN LUIS OBISPO SIN TECHO… UN CORAZÓN AÚN ABIERTO

CAMPECHE, CAMP. Han pasado más de tres meses desde que el techo de la iglesia de San Luis Obispo, en Calkiní, colapsó el 27 de diciembre, y aún no inician los trabajos de reconstrucción.

El obispo José Francisco González González, durante la entrevista, lamentó la lentitud de los trabajos y advirtió que la temporada de lluvias podría agravar el daño en uno de los templos más antiguos de la Península.

Ante esto, recordó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia ya autorizó recursos para mover los escombros, pero no ha informado cuánto dinero hay ni cuándo se liberará el presupuesto real para reconstruir.

“Se viene la temporada de lluvias”, advierte el obispo. Y lo dice como quien ve venir otra tragedia. Si el agua entra sin control, el daño será mayor: verdín en los muros, humedad en los cimientos, deterioro del retablo. El corazón de la iglesia —y de su gente— sigue expuesto.

Mientras tanto, el párroco Fernando Manzo y la comunidad siguen esperando poder terminar de limpiar el lugar, rescatar imágenes religiosas, proteger el retablo de madera antigua… pero apenas se ha podido avanzar con unas cuantas piedras.

FUE UN MILAGRO QUE NADIE RESULTARA HERIDO

Por otra parte, recordó que, el desplome y de la manera que ocurrió fue un verdadero milagro, ya que señaló que parece una ironía divina que el techo de un templo histórico se desplomó un domingo… pero no había misa, ni velorio, ni fieles en los pasillos.

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“Por gracia y providencia de Dios, no cayó sobre ninguna persona”, dice el obispo, como si aún suspirara de alivio. “Fue un milagro, sí. Pero lo que vino después ha sido, para muchos, una tragedia silenciosa: la espera, los trámites, las promesas que se alargan más que los rezos”, señaló.

FIELES HAN LEVANTADO ESPACIO CON FE

Mientras tanto, las campanas están mudas, las puertas cerradas… y los fieles de Calkiní siguen rezando, esta vez, en los patios de la parroquia de San Luis Obispo, donde han levantado su propio espacio, acondicionándolo con sillas, un toldo y hasta energía eléctrica ya que la reconstrucción del techo aún no se ve.

Manifestó que, el proceso en el caso de Calkiní está lento, todavía no han iniciado los trabajos, pero no por negligencia del INAH, sino por los tramites frente a la compañía de seguro.

Por ahora el proceso de remoción de escombros no ha terminado y es necesario que se haga para evitar que las lluvias causen daños mayores al retablo.

San Luis Obispo es una de las iglesias más antiguas de la península. Su valor no es solo arquitectónico; es espiritual, comunitario, histórico. Por ahora, queda el último informe por parte del INAH, del que recordó que es el proceso de licitación de las empresas que trabajarán en la reconstrucción y el cual sigue su curso.

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