BRASILIA.- Una compañía nórdica logra algo completamente inesperado en Brasil: traza el camino para transformar el azúcar en electricidad. El mundo necesita crear nuevas formas de energía.
No obstante, hay muchas más opciones para desarrollar electricidad, algunas incluso inimaginables. Por ejemplo, exprimiendo cebollas. Aunque parezca increíble y descabellado, este alimento que nos hace llorar también es capaz de producir electricidad. Al exprimir las cebollas, es posible transformar su juego en metano, que puede utilizarse para originar electricidad.
Esta práctica ya se está implementado. Una compañía mayorista de cebollas en California ahorre más de medio millón de dólares en sus facturas de energía recurriendo a esta técnica. En este proceso de búsqueda también se ha hablado incluso de la posibilidad de crear energía a partir de medusas.
Ahora, una compañía nórdica amplía la lista de formas diferentes de crear suministro energético con el uso del azúcar.
Brasil abrió la primera central eléctrica de etanol del mundo para convertir la caña de azúcar en electricidad. La empresa finlandesa Wärtsilä, en colaboración con la firma brasileña Energética Suape II S.A. (propiedad mayoritaria del Grupo Económico 4M), ha dado inicio a la primera prueba mundial de un motor a gran escala, cuyo único suministro es etanol. Cabe destacar que este biocombustible se produce principalmente a base de caña de azúcar.
El ensayo se realizará en la central termoeléctrica Suape II, situada en Recife, Brasil. La propuesta tuvo el impulso de Carlos Alberto Mansur Filho, accionista del Grupo 4M, quien escogió a Wärtsilä por su experiencia en innovación y sostenibilidad.
La colaboración también recibe el apoyo de Business Finland, empresa oficial del gobierno finlandés que cofinancia el proyecto encuadrándolo en el programa WISE (Wide and Intelligent Sustainable Energy). Wärtsilä trabajará con el motor Wärtsilä 32M abastecido solo por etanol durante 4000 horas de pruebas distribuidas entre abril de 2026 y finales de 2028.
Dicho estudio pretende garantizar un funcionamiento eficiente, estable y económicamente óptimo. El acuerdo de cooperación y mantenimiento (O&M) asegura la continuidad del servicio con el actual contrato de compra de energía, que se amplía hasta finales de 2026.

