MÉXICO- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con sarcasmo a las recientes declaraciones del expresidente Felipe Calderón durante una entrevista con el conductor Yordi Rosado. “Anda muy activo, que se dedique a ser expresidente”, en referencia a la intensa presencia pública que Calderón ha mantenido en los últimos meses a través de entrevistas, redes sociales y foros.
Durante su conferencia de “La Mañanera del Pueblo”, la mandataria no se limitó a un simple comentario sobre la actividad del exmandatario. Fue más allá al señalar lo que consideró como uno de los errores más graves de su administración: la declaración de guerra contra el narcotráfico, una estrategia que marcó gran parte del sexenio de Calderón (2006- 2012).
“Lo más grave que hizo fue declararle la guerra al narco”, afirmó la presidenta, y añadió que, según las propias palabras de Calderón en la entrevista, el expresidente “dijo que no se arrepiente de haberlo hecho y que lo volvería a hacer”. Esta postura, según Sheinbaum, refleja una falta de autocrítica y una visión desconectada de las consecuencias que dicha estrategia tuvo para el país.
La declaración de guerra al narcotráfico, lanzada por Calderón apenas meses después de asumir el poder en diciembre de 2006, desencadenó una ola de violencia que, según analistas, dejó decenas de miles de muertos y desaparecidos, además de un aumento significativo en la presencia de cárteles del crimen organizado. Aunque el expresidente ha defendido esta medida como una respuesta necesaria a la creciente influencia del narco, sus críticos, incluidos sectores de la sociedad civil y ahora
la actual administración, argumentan que la estrategia militarizó la seguridad pública sin resolver las causas estructurales de la violencia.
La ironía de Sheinbaum sobre la “activa” participación de Calderón en el debate público ha generado diversas interpretaciones. Algunos ven en sus palabras un intento de desviar la atención de los desafíos actuales en materia de seguridad, mientras que otros consideran que es una crítica legítima a lo que perciben como una insistencia del expresidente en justificar un legado controvertido. “Llama la atención por qué anda tan activo”, añadió la presidenta, dejando entrever sospechas sobre los motivos detrás de la reaparición mediática de Calderón.
