LOS ANGELES.- Un incendio forestal que se extendía con rapidez comenzó el martes en las estribaciones del interior al noreste de Los Ángeles, horas después de que otro incendio arrasara el vecindario de Pacific Palisades en la ciudad a lo largo de la costa, destruyendo muchas viviendas y provocando órdenes de evacuación para decenas de miles de personas, y los reportes ya contemplan dos personas muertas.
El incendio Eaton en Altadena comenzó cerca de una reserva natural justo antes de las 18:30 horas del martes 7 de enero. Las llamas avanzaron tan deprisa que el personal de una residencia de ancianos tuvo que sacar a docenas de residentes en sillas de ruedas y camas de hospital calle abajo hasta un estacionamiento donde esperaron con su ropa de dormir a que ambulancias y otros vehículos los llevaran a un lugar seguro.
Al oeste, el incendio de Pacific Palisades que comenzó el martes por la mañana se descontroló durante la noche. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles pidió a los bomberos fuera de servicio que ayudaran combatir las llamas, impulsadas por vientos de más de 97 kilómetros por hora en algunos lugares y que creaban escenas caóticas mientras los residentes huían. Había demasiado viento para que las aeronaves de extinción de incendios volaran, lo que dificultaba la lucha.
El incendio de Pacific Palisades arrasó el martes una ladera de Los Ángeles salpicada de residencias de celebridades, quemó hogares y provocó órdenes de evacuación.
En la prisa frenética por llegar a un lugar seguro, las carreteras se congestionaron y mucha gente abandonó sus vehículos para huir a pie, algunos cargando maletas.
El atasco de tráfico en Palisades Drive impedía el paso a los vehículos de emergencia y se llevó una excavadora para empujar los autos abandonados hacia un lado y abrir un camino, según el Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
La residencia de la vicepresidenta, Kamala Harris, en Los Ángeles tuvo que ser evacuada la noche del miércoles debido a los incendios forestales que arrasaron la zona, informó su vocero este miércoles.
El gobernador de California, Gavin Newsom, quien estaba en el sur de California para asistir a la denominación de un monumento nacional por parte del presidente Joe Biden, hizo un desvío al cañón para ver “de primera mano el impacto de estos vientos giratorios y las brasas”, y dijo que encontró “no unas pocas, muchas estructuras ya destruidas”.