CAMPECHE. – En un giro inesperado, la Delegación de la Cruz Roja Mexicana en Calkiní anunció su cierre definitivo tras 16 años de servicio. La noticia cayó como balde de agua fría entre los habitantes, quienes ahora enfrentan la incertidumbre de no contar con servicios de emergencia en el municipio.
El cierre, atribuido a la falta de sostenibilidad económica, deja a la comunidad sin ambulancias ni personal de urgencias, poniendo en jaque la atención médica inmediata.
Aunque los servicios de enfermería seguirán activos, las ambulancias serán trasladadas a la sede estatal en Ciudad del Carmen para su resguardo.
Esta medida deja a Calkiní sin recursos inmediatos para emergencias, lo que preocupa a los ciudadanos, quienes temen que cualquier percance pueda convertirse en tragedia por la falta de atención oportuna.
Una de las interrogantes más repetidas entre los habitantes, es qué sucedió con los fondos que debían sostener a la delegación. Según ciudadanos, la operación de la Cruz Roja dependía, en parte, de las aportaciones voluntarias de quienes pagaban sus tenencias vehiculares. Por lo que no saben entonces a que delegación fue destinada.
El cierre de la Cruz Roja Mexicana en Calkiní no solo deja una brecha en la atención médica de emergencias, sino también un vacío emocional en una comunidad que durante años confió en esta institución.
Aunque también es recordatorio de los desafíos que enfrentan las organizaciones de voluntariado, especialmente en comunidades pequeñas donde los recursos son limitados.
