CAMPECHE, CAMP.- El fervor guadalupano sigue iluminando a Campeche, pues más de 6 mil peregrinos han transitado por el estado desde el 1 de diciembre, encendidos por la devoción a la Virgen de Guadalupe. Con frío, hambre y largas jornadas, estas personas recorren kilómetros para agradecer milagros, pedir favores y renovar su fe.
A su paso por el barrio de Guadalupe, los antorchistas han encontrado un apoyo invaluable de la comunidad campechana. Antonio Durán Herrera, coordinador de Atención a Peregrinos, junto con su madre Silvia Herrera y María Patricia, vecina del barrio, lideran una labor titánica: alimentar a los viajeros con comida donada por campechanos y hasta padres de catecismo.
“Desde temprano preparamos todo, vivo aquí cerca así que preparó todo en casa pues además soy chef, esto para prepararles diferentes guisos. Esto no sería posible sin la ayuda de la gente y el amor por la Virgencita”, afirma Durán.
“EL FRÍO ESTÁ CAÑÓN”
Carlos Daniel May Dzib, proveniente de México, comparte lo que ha sido su experiencia: “Ha sido muy largo el trayecto. Fueron pocos días porque me regresaré a Ticul, pero todo ha ido bien y tranquilo”, asegura mientras se prepara para el próximo recorrido.
Jorge Manuel Sánchez Maldonado, otro peregrino, describe cómo han enfrentado el día a día: “Aquí el amigo Herrera nos da desayuno, comida y cena, no nos dice no. Nos da agua, pan, y hasta los conductores que pasan nos regalan más comida. Mi grupo es de 8 personas y siempre hemos recibido ayuda”, comenta con gratitud.
Sin embargo, las noches son el mayor reto. “Está cañón el frío, pero entre todos nos acurrucamos aquí en el parque. Trajimos cobertores, bolsas de dormir, y algunos hasta sus tiendas de campaña. Aquí todos nos hacemos calor”, explica Sánchez Maldonado proveniente de Chiapas.
“De la comida no nos quejamos, está todo muy rico. Hemos comido de todo: espagueti, picadillo y hasta pavo. A los niños les dan más porque son pequeños e inquietos, pero todos estamos bien alimentados”, añade con una sonrisa.