El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró que el conflicto en Ucrania ha evolucionado hacia una “guerra global”, luego de que las Fuerzas Armadas ucranianas atacaran territorio ruso con armamento occidental, específicamente suministrado por Estados Unidos.
Durante un discurso, Putin afirmó que, a partir de estos ataques, el conflicto ha adquirido “elementos de carácter global”, responsabilizando a Occidente de haber provocado esta escalada.
Estas declaraciones se producen después de que Ucrania, con la autorización de Estados Unidos, utilizara armas de origen estadounidense y británico en los recientes ataques sobre territorio ruso.
En respuesta, el Kremlin lanzó un misil hipersónico de alcance medio. Vladimir Putin describió el Oreshnik como un “misil balístico” desplegado en este caso “en configuración hipersónica no nuclear”, y afirmó que la “prueba” de este jueves había sido un éxito y había alcanzado su objetivo.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, calificó este ataque como el inicio de una “nueva fase de la guerra de Occidente contra Rusia”, mientras el Kremlin anunció ajustes en su estrategia nuclear para adaptarse a la nueva realidad del conflicto.
Estados Unidos, uno de los principales aliados de Ucrania, ha respaldado a Kiev con un paquete de ayuda militar y económica que supera los 61 mil millones de dólares. Este apoyo incluye armamento avanzado como minas antipersonales y drones tácticos.
En contraste, varios países de América Latina, como Brasil, México, Chile y Colombia, han pedido un cese al fuego inmediato, buscando frenar la creciente violencia y evitar una mayor desestabilización global.
Líderes internacionales, incluidos el presidente de China, Xi Jinping, han reiterado la importancia de la paz y el diálogo, instando a los países involucrados a buscar soluciones diplomáticas para resolver el conflicto.