CAMPECHE. – Luego de que 120 posesionarios de alrededor de 530 hectáreas de El Porvenir, en la comunidad de Hobomó en el municipio de Candelaria, fueran desalojados sin una orden de algún juez, al día de hoy hallaron al responsable del descarado hecho y acusan al ex gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas pues este suceso se dio durante su administración.
Asimismo revelaron con gran tristeza que, desde el 2016, estos fueron sorprendidos por elementos policíacos quienes con lujo de violencia los obligaron a dejar sus tierras donde más tarde se las quitaron, al mismo tiempo que destacaron que durante el hecho no mostraron ninguna orden de desalojo oficial y sin saber ni tener conocimiento no pusieron resistencia.
Pero tras 6 años en que ocurrió esta situación, pobladores argumentan que Alito, el ex mandatario era la única persona en el poder de ordenar a las fuerzas de seguridad que procedieran sin sustento jurídico, sin embargo luego de todo este tiempo regresaron a la zona donde todo ocurrió y se enteraron de que ya tenía un supuesto dueño, pero los asesores jurídicos de dichas personas, no acreditaron ante el juez la legalidad de los terrenos e incluso unos no tenían ni la personalidad profesional para ostentarse como abogados.
Ante ello, manifestaron que no dejarán el hecho impune, y pese a que ya hayan pasado muchos años no permitirán más actos ilícitos del ex mandatario estatal, pues si durante ese tiempo no hicieron nada para obtener justicia ahora lo harán pues confían en el cambio del gobierno del estado en manos de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores y que de una vez por todas se aclare la situación irregular que padecen desde hace tiempo.
Por último, dieron a conocer que, procederán las denuncias interpuestas en contra de los elementos judiciales y policíacos que participaron en el desalojo de abril del 2016, pues durante el hecho causaron severos destrozos de las viviendas y árboles frutales, así como de la apropiación de animales de traspatio que criaban entre pavos, gallinas, vacas, becerros junto con cultivos de limón persa, que les generó un quebranto por más de 2 millones de pesos.
