CAMPECHE. – A tan solo unos meses de tomar las riendas del municipio de Campeche, la alcaldesa Bybi Rabelo, ha demostrado la incapacidad de saber manejar uno de los ayuntamientos más importantes de estado.
Además del reclamo de los lideres municipales y del panismo estatal, ha protegido los desvíos y la información sobre los contratos fantasmas de Eliseo Fernández Montufar La alcaldesa no tiene el mínimo sentido de apoyar al pueblo, pero sí el de sus propios intereses.
Por lo que, ante las observaciones y evidencias de que Rabelo de la Torre, vive en un mundo de fantasía, y que solo pretende engañar a la gente con nulas acciones; las críticas ya no cesan, pues, el hasta el PAN critica la falta de capacidad para poder brindar los servicios básicos.
Asimismo, a través de una rueda convocada por Acción Nacional se evidenció el doble discurso:
Ficción y Realidad e incluso la denominan la “Estrategia Pantalla”.
Y como para los campechanos, la exigencia y la necesidad de servicios básicos ya es tema urgente, en muchas de las colonias ya empiezan a ser notorios.
¿De qué espacio público rehabilitado habla el Director de Desarrollo Urbano del Municipio de Campeche… ???? del Mural, del drenaje o de la Banqueta y calle destrozada. Un doble discurso acusaron desde el Comité Directivo Estatal.
La alcaldesa Rabelo de la Torre no resuelve estos problemas.
Ella dice que recibió un ayuntamiento con finanzas sanas, pero no quiere reconocer que le dejaron un ayuntamiento quebrado, saqueado, y si no fuera así, porque pidió un préstamo por 90 millones de pesos para gasto corriente; ni siquiera le dejaron el dinero de los trabajadores, porque la realidad le va ganando a la ficción.
De esta manera, colonias como la Fidel Velázquez, Mercadito de Solidaridad, Álvaro Obregón, entre otras, son evidencias de lo que no se ha hecho.
La alcaldía que representa Bybi Rabelo y Eliseo Fernández solo fue un circo, no se entiende donde el “capital amable”, no se entiende del doble discurso, doble moral, y vez de gastar en opulencias, en ese tipo de circos deberían gastar en servicios públicos.
