Carlos Antonio Romero Deschamps tiene los días contados como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Pese a que a finales del sexenio pasado se reeligió por cuarto período consecutivo -hasta el año 2024-, todo indica que no será así. Independientemente del rechazo generalizado de su gremio -sobre todo por su enriquecimiento inexplicablehay dos señales recientes de que la caída de Romero Deschamps está próxima.
Una es la ausencia del líder sindical petrolero en la presentación del Plan Nacional de Refinación, acto convocado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador el domingo 9 de diciembre en Paraíso, Tabasco, donde se dio cita el gremio petrolero, Rocío Nahle -titular de la Secretaría del Trabajo-, y Octavio Romero Oropeza -director de Pemex-.
Tradicionalmente, a este tipo de actos siempre asiste el dirigente del STPRM, pero no fue así. Carlos Romero no asistió. Y apenas antier, durante su conferencia de prensa matutina, el Presidente envió una señal inequívoca contra Romero Deschamps, aún sin mencionarlo por su nombre.
Dijo que su apuesta es por erradicar “el charrismo sindical” y a los “caciques”, al considerar que debe prevalecer la democracia en los sindicatos.
López Obrador precisó que antes de que finalice el actual período ordinario de sesiones en el Congreso Federal, mandará una iniciativa para garantizar la libertad de elección sindical en todo el país.
