Hace 50 años una de las varias manifestaciones que realizaron los jóvenes que participaron en el movimiento estudiantil de 1968 fue la Marcha del silencio, que se realizó el 13 de septiembre de ese año, la cual partió del Museo de Antropología hacia el Zócalo.
Según las crónicas de la época, a esa marcha convocada por el Consejo General de Huelga (CGH) acudieron entre 300 y 500 mil persona, algunas se pusieron cinta adhesiva en la boca, como respuesta a la violencia de las autoridades que desalojaron a los jóvenes del Zócalo la madrugada del 28 de agosto.
Antes de la marcha, desde helicópteros, el gobierno hizo caer en varias calles de la ciudad volantes en los que se pedía a los padres de familia que no dejaran que sus hijos asistieran a la marcha ya que se enfrentarían con el ejército, pero no fue suficiente y la marcha se realizó sin contratiempos.
Los asistentes, que no sólo eran jóvenes, sino en donde había madres, padres y trabajadores portaban carteles con diversas leyendas, como “Libertad a la verdad ¡diálogo!”, “El pueblo nos sostiene, por el pueblo es que luchamos”, “Luchamos por los derechos del pueblo mexicano”.
A medio siglo de esa marcha y con motivo de las recientes agresiones que sufrieron alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco en Ciudad Universitaria, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) convocaron a realizar una marcha similar.
La Asamblea Interuniversitaria convocó a la comunidad de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), entre otras a marchar del Museo de Antropología al Zócalo de la Ciudad de México a las 16:00 horas.
