CALAKMUL. La necesidad de sembrar cultivos para el auto sustento en la región se convierte en deforestación que genera un contraste entre ser municipio Patrimonio Mixto Mundial, la pobreza y necesidad alimentaria, no dejando otra alternativa a los lugareños más que seguir deforestando para la práctica de sus cultivos.
Decepcionante para los habitantes de este municipio ecológico, resulta el hecho que en la región forestal del sur de Campeche, patrimonio mixto y segundo pulmón de Latinoamérica, a donde programas y apoyos además de estrategias para que los labriegos cuiden sus selvas, simplemente no son una realidad, pues aunque han sido notificados que no pueden tumbar montaña, la necesidad alimentaria apremia a las familias quienes cada año se arriesgan hasta ir a prisión por tumbar superficies de montaña para sus cultivos, única opción de supervivencia en la región.
Ante ello, las leyes no dan alternativas a los labriegos, pero si les preocupa ser señalados e incriminados al aplicar técnicas rudimentarias, con lo que buscan que la sagrada tierra, les dé la oportunidad de obtener frutos para el sustento de sus familias y cada año deben deforestar más superficie para lograr tales fines, pues programas de fortalecimiento a las practicas agrícola que disminuyan este tipo de afectación por lo general, llegan un año después.
