Algunos rostros estallan en risa, otros se ponen serios cuando Andrés Manuel López Obrador anuncia que en su eventual gobierno volverán las “desmañanadas” a las 6:00 en punto, para atender los problemas de inseguridad.
AMLO evocó a los muertos del sismo de septiembre del año pasado, más de 400, lo cual fue muy triste, expresa y las 70 personas que son asesinadas a diario en todo el país. No podemos acostumbrarnos a eso, dijo, “por eso desde las 6:00 de la mañana con el gabinete de seguridad vamos a tomar las decisiones para acabar con la violencia”, remató.
El candidato presidencial de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, llega puntual a Iztacalco, donde lo conocen y lo quieren bien, acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez Muller, quien se desprende del tumulto y aprovecha el “besuqueo” al marido para sacar su celular y tomarle fotos.
Minutos antes se adelanta la candidata a la gubernatura de la CDMX, Claudia Sheinbaum, enfundada en sus jeans de mezclilla y su blusa blanca, quien también causa frenesí entre la multitud que la persigue para la selfie, el saludo y el beso. Ella se deja querer y le dedica tiempo a todos.
El discurso de AMLO es de conciliación y lanza un guiño a sus detractores de la mafia del poder: “No habrá ni exilio ni cacería de brujas; no es mi fuerte la venganza. Lo que va haber es justicia. Nadie se va a tener que ir al extranjero a vivir, no queremos venganza”.
Lo que queremos es justicia y reconciliación, anunció ante el grito de los asistentes que lanzaban mentadas de madre y insultos contra la “mafia del poder”.
El tabasqueño que tiene oído “biónico“, suelta enseguida: “Vamos a reconciliarnos los mexicanos, nada de odios, nada de rencores, tenemos que conseguir la paz entre todos, que ese es un problema muy serio”.
Y vino el mensaje a sus malquerientes: “No es mi fuerte el rencor, así que habrá garantías de que nadie será perseguido, incluso hasta van a poder seguir haciendo negocios, sólo que ya serán lícitos”.
AMLO salió prácticamente “volando” hacia el aeropuerto, hacia El Mante y Tampico, en Tamaulipas.