Tras la balacera registrada en Ciudad Universitaria, donde dos presuntos narcomenudista perdieron la vida un sitio conocido como “Los Frontones”, el Rector de UNAM, Enrique Graue Wiechers, reafirmó su postura sobre negar el acceso a las fuerzas armadas en la Máxima Casa de Estudios porque, argumenta, sólo atraería más violencia y podría dañar a personas inocentes.
“Escucharemos voces, internas y externas, que clamarán por otras alternativas más agresivas, algunas que quisieran vernos militarizados o armados, y no pocas aprovecharán los momentos políticos electorales que vive nuestra nación, para intentar desestabilizarnos”, aseguró.
Durante una conferencia de prensa, dijo que está consciente de los problemas que se están suscitando en la universidad, sin embargo, cree que la solución no está en la violencia.
Consideró que las medidas que se han implantado en la UNAM son las únicas en las que trabajarán, y descartan a toda la violencia que pueda atraer las fuerzas armadas porque podría dañar a personas inocentes, y nada garantiza que se vaya a erradicar.
“[En la UNAM realizamos] determinadas acciones disuasivas y preventivas: aislamos los espacios en que los narcomenudistas se habían asentado, iluminamos zonas, cambiamos y multiplicamos luminarias, ampliamos la vigilancia y sistemas de seguimiento y estrechamos la colaboración con las autoridades responsables de la seguridad en la Ciudad de México”.
“Estoy convencido que el camino que nos hemos trazado es el correcto, y en ello mi administración se seguirá empeñando. Haber ignorado la inseguridad y el narcomenudeo, no era una opción para una comunidad como la nuestra. Solicitar el desalojo por medio de las fuerzas policiacas, entraña un riesgo de violencia armada, en donde pueden salir lesionados inocentes, y no por ello se podrían garantizar la ausencia permanente del narcomenudismo”.
Mensaje a los universitarios del #RectorGraue en relación a los hechos violentos de los que fue víctima la #UNAM. https://t.co/BZMMn4XJuz
— UNAM (@UNAM_MX) 24 de febrero de 2018
Si bien es cierto que los narcomenudistas se han fragmentado, –añadió Graue– también lo es que se han dispersado, distribuyéndose en otras zonas del campus central, lo que pudo haber desencadenado una disputa por el control del territorio.
“Este último evento [balacera], de alguna forma puede ser consecuencia de las medidas implantadas por la Rectoría, de combatir el narcomenudeo en nuestras inmediaciones”
Finalmente, lamentó que después de muchos tiempo, la universidad vuelva a vivir hechos de violencia de este tipo, sin embargo, señaló que asume toda la responsabilidad de las consecuencias por las acciones que se tomaron para combatir el narcomenudeo, incluso lamentó la muerte de los dos jóvenes, aunque entiende que es producto de desesperanza en la juventud.