En Navidad más que nunca, la mujer embarazada debe cuidar su alimentación para evitar riesgos innecesarios, ya que una alimentación inadecuada, puede afectar al feto en su desarrollo y sufrir malformaciones e incluso hay riesgo de aborto.
• Cualquier alimento crudo es un riesgo para el embarazo, por lo que si sueles incluir sushi o carpaccio, este año tendrás que sustituirlos por alimentos muy cocinados. También conviene evitar el salmón ahumado, tan típico de la Navidad.
• El objetivo de evitar ciertos alimentos, como carnes y pescados crudos o poco hechos, el salmón o el clásico jamón, es evitar enfermedades como la toxoplasmosis o la listeriosis que pueden perjudicar el desarrollo de tu bebé.
• También debes tener cuidado con los productos lácteos, que no pueden estar elaborados con leche sin pasteurizar. Evita el queso fresco y procura que cualquier postre casero esté pasteurizado. Lo mismo ocurre con el paté y el foie que, por más que resulten ser un manjar en cualquier mesa de Navidad, para el embarazo serán menos peligrosos cuanto más procesados estén.
• No te olvides de mantener ciertos hábitos fundamentales; no permitas que fumen en las reuniones familiares y no pruebes una gota de alcohol, ni siquiera el champán, porque pueden poner en peligro la gestación.
