Más que accesorios que sólo visten la cama, son objetos que ayudan a descansar como es debido. Sin embargo, no esponjarlas o cambiar sus fundas a veces no es suficiente. A continuación te contamos cómo limpiar las almohadas correctamente, y en pocos minutos.
Partículas de polvo –o restos de maquillaje–, ácaros, restos de piel y saliva. Todos estos elementos van ensuciando los cojines y lencería, provocando no sólo malos olores, sino un deterioro acelerado.
Recomendaciones
»» Fibras sintéticas. Puedes usar la lavadora sin ningún problema, para ello, debes introducirlas en sentido vertical, no horizontal, así no se dañará el cilindro central. Usa agua tibia y un ciclo regular. Cuando estén listas, llévalas a la secadora y, para que no pierdan volumen, voltéalas cada diez minutos. Deja que se aireen unas horas antes de devolverlas al cuarto.
»» Plumas naturales. Este es otro de los rellenos más fáciles de tratar, y además, uno de los que no requiere menos cantidad de detergente. Antes de colocarlas en la lavadora, revísalas con detalle, y ve si tiene alguna costura suelta. De lo contrario, podrías terminar con un tanque lleno de plumas y con los filtros tapados.
»» Al momento del secado, este tipo de almohadas suelen tardar más; así que ten algo de paciencia. Si notas algún aroma a humedad, disponlas un rato en una mesa a la que lleguen los rayos del sol.
»» Goma espuma. Si vas a limpiar las almohadas hechas con este material deberás leer con cuidado las instrucciones de las etiquetas primero. Una de las técnicas más sencillas es quitarles los cobertores y aspirarlas por ambos lados.
»» También puedes programar un ciclo de aire no caliente en la secadora por unos 15-20 minutos. Así se extraerá toda la humedad, y podrás centrarte en las manchas puntuales.
»» Usa doble funda regularmente y lava estas por separado. Las almohadas de los niños y ancianos deben ser lavadas con mucha más frecuencia.