Un equipo de investigadores de la ONG Common Sense Media ha querido profundizar en este asunto. Para ello, realizaron un cuestionario a 1.240 padres y a adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años para realizar un seguimiento sobre las consecuencias de este uso masivo de los dispositivos móviles en sus vidas y en sus relaciones con los demás.
Los datos revelaron que la mitad de los adolescentes afirmaba sentir adicción hacia el móvil y el 60% de los padres opinaba lo mismo. A pesar de si los padres pensaban si sus hijos eran o no adictos al móvil, el 66% consideró que pasaban demasiado tiempo con el smartphone; en el caso de los adolescentes, el 52% lo veía también así.
Momento para una pausa, pero con precaución
El fenómeno de la adicción a los móviles es relativamente reciente, por lo que no hay un diagnóstico oficial al respecto. Sin embargo, los psicólogos advierten de las reacciones negativas hacia los padres por parte de los jóvenes si se elimina dicho “objeto de deseo” de forma muy abrupta con objeto de eliminar esta adicción.
“Para los adolescentes, las redes sociales y el contacto con amigos son una tarea primordial de desarrollo y el enfoque. Cuando se quita la línea vital de un adolescente con sus amigos, habrá una reacción emocional importante, una ruptura de la relación padre-hijo”, alerta Bet Peters, psicólogo clínico en Westminster (Inglaterra).