Si sientes que te están explotando en el trabajo es hora de hablarlo con tu superior. A veces todo empieza cuando te falla la vista por cansancio; luego no puedes ni concentrarte en lo que estás leyendo en la pantalla… y eso sin contar la cuota de estrés a la que te sometes. ¿Resultado? Tienes exceso de trabajo, y es hora de que trates el tema con tus superiores.
Cuanto más frecuentes sean los síntomas, más difícil será eliminar el mal hábito, y podrías terminar con una mala salud física y mental.
Si estás sufriendo de exceso de trabajo, es hora de hablar con tu jefe. Aunque parece contraproducente, ya que no quieres verte como mal empleado; pero además de ser problema tuyo, también lo es de tu superior.
No estás solo
Es impresionante la cantidad de personas que sufren de exceso de trabajo. La mitad de la población que trabaja se siente explotada (y lo está) y el 70% sueña con tener un nuevo trabajo. Esto no es normal y no deberías dejar que te siga sucediendo. Sin embargo, es algo que comúnmente sucede en nuestro mundo.
Sé honesto
Cuando enfrentas esta realidad, querrás subestimar la severidad del problema, especialmente si tu jefe no es para nada flexible. Pero trata de ser honesto contigo mismo. Asegúrate de mostrar ejemplos de cómo has sido un empleado fuerte, dedicado y presente, y cómo es que el exceso de trabajo afectó tu estado físico y mental, así como tu productividad. Sé honesto y específico sobre lo que necesitas para ponerle solución. Si eres sensato, tu jefe no tendrá razones para rechazar tus ideas.
No tengas miedo de identificar el ambiente tóxico
A veces el problema va más allá si sientes que te están explotando en el trabajo. A veces es un ambiente tóxico de trabajo que elimina todas tus ganas de vivir.
El ambiente de trabajo tóxico te hará sentir incómodo y no apreciado. Entre los problemas mayores incluyen: bullying, gritos, maltrato, mala comunicación, hostilidad y mala organización.
