Es fácil decir y aconsejar cómo tratar a los niños, pero cuando dicen una grosería o una palabrota es difícil mantener la calma.
Cuando tu hijo se refiere a algo con una grosería o te trata de ofender con eso no se recomienda contestar con otra peor, lo aconsejable es no permanecer como si nada, pero tampoco devolver la ofensa, porque estarías dando pie a su comportamiento.
Sigue estos pasos para terminar con las palabrotas:
»» 1. Puede decir algo muy calmadamente. Por ejemplo: "Ya veo que estás muy molesto, pero no te permitiré usar esas palabras. Vete a tu cuarto, y cuando estés dispuesto a ser más respetuoso, seguiremos hablando".
»» 2.- Enséñale los modos posibles de decir las cosas sin faltar al respeto. Hay que mostrar una actitud comprensiva y cooperadora, lo que no implica ser débil. El niño debe saber las consecuencias de lo que hizo y debes reconocer cuando se exprese adecuadamente.
»» 3.- El modelo a seguir debes ser tú, trátalo sin ofensas.
»» 4.- Los padres no están libres de perder el control alguna vez y tratar al niño con desconsideración, quizás incluso como respuesta a una desconsideración suya. Hay que disculparse y buscar soluciones.
»» 5.- Establecer entre todos unas reglas de comunicación que incluyan el ser capaces de decir a los demás cómo nos sentimos sin insultarnos ni tratarnos de un modo hiriente o desconsiderado.