Demorar tu tesis puede parecer una buena idea al comienzo, pero solo te hará más dificultosa la tarea y con el tiempo te hará perder motivación sobre el tema.
Procastinar es todo un arte cuando se trata de enfrentar una tarea dificultosa que nos genera inquietudes. Es lógico que quieras evadir tu tesis, dado que implica un gran esfuerzo, pero posponerla solo generará que tu rendimiento disminuya y tu motivación se vea afectada.
Una de las claves para no demorar la tesis más de lo debido es gestionar la energía y hacer de la investigación del tema un hábito. Tener inquietudes y miedos es normal en estas circunstancias, pero lo mejor es que te enfoques no en los resultados o en cómo llevarlo a cabo, sino en su ejecución. Cuando te concentras en hacer más que en pensar, tu estrés disminuye.
Otra de las claves es dividir las tareas en partes, para disponer correctamente de tu energía. Si te enfocas en dedicar un tiempo todos los días a una tarea específica, las distracciones van a ser menores y podrás rendir más y dedicar el debido tiempo a cada cosa. Realiza tu trabajo en etapas, y realiza cada una de ellas paso a paso.
Con la debida concentración y una planificación ordenada, puedes vencer la procastinación de manera simple y además gestionar tu energía correctamente para que las tareas no te superen. Esta metodología te ayudará a crear un hábito de estudio y te permitirá mejorar tu productividad y terminar tu tesis incluso antes de lo que esperas.