Los bebés también pueden realizar yoga junto con su mamá o su papá y esto les reportará innumerables beneficios.
Los bebés durante las clases suelen estar tranquilos y receptivos y, en general, los instructores se adaptan a sus necesidades pudiendo dar el pecho si así lo demanda el bebé.
Los bebés pueden practicar yoga desde el primer mes de vida, principalmente acompañados de su madre o su padre, es decir, con una figura con la que se sientan tranquilos y seguros.
Una clase de yoga con bebé dura aproximadamente 45 minutos y el instructor tiene en cuenta las necesidades del bebé durante las clases.
Además, al ser ejercicios que realizan varias mamás con sus bebés, suele haber un clima de apoyo y participación conjunta entre todos.
Ambos compartirán un momento muy personal y especial y se beneficiarán de los ejercicios que se realizan durante las clases:
»» Durante una clase de yoga, la mamá realizará masajes relajantes al bebé y esto, le ayudará a reducir considerablemente los temidos cólicos de gases.
»» El yoga estimula los sentidos del oído, la vista y el tacto del bebé.
»» Los ejercicios de relajación y respiración durante las clases le ayudarán a estar más tranquilo y calmado.
»» Esta práctica contribuye a fomentar y potenciar el vínculo y la conexión con el bebé.