Una vulnerabilidad conocida como BlueBorne fue descubierta esta semana por la empresa de seguridad Armis. Cuando los investigadores la explotaron pudieron infiltrar teléfonos como el Samsung Galaxy y el Google Pixel a través de la conexión de Bluetooth. También pudieron hackear un LG Sports Watch y un sistema de audio para coches.
No son los únicos dispositivos vulnerables. Los iPhones y iPads que no han sido actualizados a iOS 10 también pueden ser hackeados, junto con varios otros productos Android y esos fabricados por Microsoft y Linux. Un ataque BlueBorne supuestamente solo tarda 10 segundos y puede darle al hacker control de tu dispositivo si tienes el Bluetooth encendido aunque el aparato no esté conectado a algo cuando empieza el ataque.
Según Wired, cuando dejas tu Bluetooth encendido, está constantemente esperando a conectarse a otros dispositivos.
Si lo dejas encendido, Wired comenta que es como dejar una puerta de tu casa abierta. Sí, será más fácil entrar a tu casa si no cierras la puerta, pero también le estás facilitando el trabajo a ladrones que vienen a robar todo lo que tienes mientras no estás.