Los miedos e inseguridades de nuestras mascotas pueden ser temporales o deberse a algún trauma o situación específica; sin embargo hay animales que son más sensibles que otros, y por esa razón se vuelven asustadizos.
Consejos
»» 1 Identifica lo que lo asusta. Algunos animales son más sensibles que otros a los cambios bruscos de luz, ruidos estruendosos, movimientos fuertes, cambios climáticos, a la oscuridad, bombillas intensas, lámparas de emergencia, personas extrañas u otros animales. Debes estar muy atenta a qué se debe el temor de tu mascota para poder solucionarlo.
»» 2 Tenle paciencia. Cuando tu mascota se esconda, llore, tiemble, se ponga inquieta o ladre de más, puede deberse a que algo no la deja estar cómoda o le asusta, debes acercarte a ella e intentar tranquilizarla. Hazle cariño en la cabeza y cuello, deja que escuche tu voz calmada, nunca le hables duro o presiones a hacer algo.
»» 3 Déjala explorar. Algunas veces el miedo puede ser momentáneo; si cae una tormenta y hay muchos truenos el ruido puede poner a los animales nerviosos, hazles ver que todo está bien y déjalos estar, puedes intentar calmarlo unos minutos e irte a realizar tus cosas y luego volver. Pronto él o ella se calmará, y verá que no pasa nada.
»» 4 Si el miedo persiste. Entonces deberás intentar llevarlo a algún lugar donde se sienta más tranquila. Si sabes que tu mascota se asusta con facilidad, avísale a las personas antes de ir a visitarte, para que tomen precauciones, deja que los huelan o se vayan familiarizando poco a poco. Nada de exponerlos a situaciones de riesgo, porque podría empeorar o volverse agresiva.
»» 5 La confianza es la clave. Si tu mascota teme a algo debes transmitirle seguridad e ir trabajando con ella la confianza. En cualquier momento ésta puede sufrir un ataque de pánico o algún temor, así que lo ideal es que pueda contar con sus amos.