Los niños que son criados bajo un ala demasiado precavida se vuelven indecisos, dependientes y egocéntricos, aparte de afectar de manera negativa el aprendizaje y la vida escolar de los pequeños.
Consecuencias:
»» Mata la creatividad. Los humanos aprendemos experimentando, al cometer errores y conseguir aciertos. La falta de libertad genera en los niños la idea de que sólo son capaces de hacer lo poco que sus papás les permiten. También asumen que siempre habrá alguien a su lado que resolverá los problemas por ellos, y que el mundo gira a su alrededor. Si el pequeño siente que no es necesario usar su inteligencia para librar obstáculos, este no desarrollará su sentido creativo.
»» Bajo rendimiento escolar. Cuando un niño está sobreprotegido no entiende el objetivo de ir a la escuela. Ellos están acostumbrados a no esforzarse y recibir gratificaciones instantáneas, por lo que son incapaces de enfrentar los desafíos que la escuela propone para asegurar su educación a largo plazo.
»» Problemas en la relación familiaescuela. Cuando un padre es demasiado precavido, le da miedo lo que le podría suceder a su pequeñito en la escuela, fuera de su vigilancia. También teme que se le exijan tareas que él no pueda realizar, o que lo estresen mucho.
»» Cuando el maestro aparece como una figura de autoridad exigente, los papás toman el rol de protectores a capa y espada. No es extraño que juzguen a los profesores por muy demandantes o demasiado estrictos, cuando la raíz del problema no se encuentra en la persona que está al frente de la clase.