Es importante que los niños aprendan a nadar, pues en principio es un excelente ejercicio para todo el cuerpo que los ayudará tanto en el crecimiento como a desarrollar una buena postura. Y por otro lado podrán disfrutar de un día de playa o piscina sin riesgos.
Es fundamental que estos ejercicios sean realizados bajo la supervisión de un adulto, así que acompaña a tus hijos a la piscina y comiencen a ejercitarse para disfrutar de la natación.
Consejos:
1. Sumergirse. Para estimular la capacidad respiratoria, pueden empezar dando saltos en el sitio hasta sumergir la cabeza o simplemente doblando las rodillas hasta lograr que la cabeza quede bajo el agua; para empezar puedes realizarlo tapando la nariz, pero después debes enseñarle a soltar el aire lentamente por la nariz cuando esté debajo del agua.
Si tu hijo no se siente a gusto puedes hacer el ejercicio por partes, un día que se sumerja hasta la barbilla, otro día hasta la boca, hasta lograr que hunda la cabeza.
2. Flotar de espaldas. Sostén a tu hijo por el costado o por detrás para que pueda apoyar su cabeza en tu pecho o estómago. El niño debe apretar el abdomen a la vez que sube la espalda y las piernas (ayúdalo sosteniéndolo en la espalda baja); cuando se sienta cómodo en esta posición ayúdalo a extender sus brazos a los lados y luego ve soltándolo lentamente.
3. Flotar boca abajo. Es una postura muy fácil, pero debe probarse cuando tus hijos sepan aguantar la respiración y poner el rostro bajo el agua; para enseñarles esta posición puedes hacerlo en el borde de la piscina, apoyando ambas manos en el borde y sacar y meter la cabeza varias veces.
