No se trata sólo de cambiar las almohadas o desechar esas viejas alfombras de la sala que acumulan ácaros y polvo; la idea es purificar la atmósfera de los espacios.
»» 1. Moho. Es el enemigo número uno al limpiar; pues se expande a un ritmo increíble. De color verde grisáceo, cubre paredes –en el baño y clósets– y toda clase de textiles.
Por eso no se debe escatimar esfuerzos y eliminarlo, ya sea con esponjas metálicas o instrumentos a presión.
»» 2. Químicos. Algunos productos que se usan rutinariamente, por ejemplo, la lejía y otros más fuertes con los que se mantienen las piezas sanitarias. La realidad es que las fórmulas son muy concentradas y al destaparse emanan un vapor altamente peligroso.
»» 3. Aire acondicionado. Otra de las cosas que contaminan el aire de tu casa es el aire acondicionado. No el aparato en sí, sino los ductos y filtros que tienden a acumular hongos, pelusas e insectos.
»» 4. Mascotas. Sí, son tiernas y adorables; pero la verdad es que los perros, gatos y hasta aves pueden provocar asma, rinitis, y otras complicaciones más severas.
»» 5. Estufas de gas. Necesarias para cocinar, aunque muy contaminantes. Las estufas, y sus conexiones con tuberías centrales o bombonas, son en extremo delicadas. Procura revisarlas con frecuencia para detectar cualquier fuga. También verifica el estado del piloto y los quemadores.
»» 6. Ventilación. La condensación de vapor no contribuye a la salud de tu familia. ¡Abre las ventanas!
»» 7. Soluciones naturales. Prueba agentes de limpieza natural como el limón, vinagre o bicarbonato de sodio.
