El año pasado las condiciones de captura no fueron favorables en el inicio de temporada, aunque al paso de los días las capturas se incrementaron hasta lograr más de 100 kilos por lancha. El precio del molusco empezó a cotizarse a sólo 35 pesos el kilo, terminando a 45, ya que se rumoraba que, de haber buena captura y volumen, el precio por kilogramo oscilaría entre 40 y 45 pesos, pero en caso de ser mala, llegaría hasta los 60 pesos.
Las autoridades de pesca también empezaron muy moviditos, pero a su conveniencia. Alrededor de las 06:00 horas, el pescador Felipe Delgado Rivero, quien retornaba de sus labores en la licera, fue abordado por una embarcación de la Secretaría de Pesca, cuyo personal le solicitó su tarjetón, sin embargo el hombre confesó que no lo portaba y fue amonestado. Los inspectores le aseguraron que la próxima vez que no se acredite como pescador regular le sería decomisada su embarcación.
En Seybaplaya los pescadores libres no salieron los primeros dos días, y aseguran que fueron excluidos del padrón y despojados del recurso porque han realizado marchas en contra de la cementera Montserrat.
Lamentaron que para salir a pescar deben de tener su tarjetón, que les cuesta más de 500 pesos, además de carnada herramientas de trabajo, todo lo cual pensaban obtener con el apoyo de la Sepesca.