Ni se llamaba Lola Montes (o Montez) ni era española, y bailaba que era un disparate. Hay que ver qué gran aventura fue la vida de esa valiente impostora que se convirtió en símbolo de escándalo, desenfreno, fatalidad, lujo y audacia.
Irlandesa y de verdadero nombre Elizabeth Rosanna Gilbert, Lola Montes (Grange, 1821-Nueva York, 1861) es un personaje más que singular.
Viajó de punta a punta del globo, fue bígama, enamoró a príncipes, sedujo a Franz Liszt, trabó amistad con Alejandro Dumas y George Sand, y llegó a convertirse en la amante oficial de un rey, Luis I de Baviera (el abuelo de Luis II, “el rey loco” de Sissi, Wagner y Visconti), obligándolo a que le inventara un título de condesa.
La escritora Cristina Morató ha recreado la asombrosa historia de la que conocemos como Lola Montes en un libro de corte biográfico: 'Divina Lola'.