Los lunes son el día más odiado de la semana y esto se debe a múltiples factores asociados al estrés de volver a comenzar la semana y retomar las responsabilidades y compromisos de la vida diaria. Este fenómeno es conocido popularmente como “síndrome de lunes”, y se caracteriza por la tristeza, el desánimo, el cansancio y la irritabilidad.
Otro de los factores que nos alteran emocionalmente los lunes es la toma de conciencia de la vuelta a la rutina y las obligaciones, después de un fin de semana de ocio y descanso.
El rechazo hacia los lunes es entendible e incluso puede justificarse a través de la ciencia, porque asociamos estos días a diversas emociones negativas. Una de las investigaciones más completas sobre el efecto que tienen los lunes en nuestras vidas fue llevada a cabo por el European Journal of Efidemiology. Esta investigación que realizó diversos experimentos midiendo las reacciones y eventos que sucedían los lunes, extrajo que:
– Los lunes ocurren 20 veces más muertes que el resto de la semana
-En este día, solo se alcanzar 5 horas de máxima productividad laboral
-Hay más probabilidades de que llegues tarde al trabajo o a tus clases que cualquier otro día
-Se estima que uno de cada cuatro accidentes laborales pasa los lunes
Para poder cambiar esta realidad, lo mejor es tomar una actitud positiva y recordar que es solo un día, que incluso por ser el comienzo de la semana, ofrece un abanico más amplio de oportunidades para aprender nuevos conocimientos, conocer otras personas, empezar un nuevo proyecto, etc. Si nos despertamos los lunes con una sonrisa, es probable que no solo nos sintamos bien nosotros mismos, sino que además podamos contagiar la alegría a otras personas.
