Cuando compras los granos de café frescos, ya sea en un almacén o en una casa especializada de cafés, tienes que tener en cuenta la cantidad que vas a consumir. Piensa a corto plazo: calcula no más de 2 o 3 semanas.
MÉTODOS:
»»Guardar el café en la misma bolsa en la que lo compraste. Muchas marcas están vendiendo paquetes con cierres zip que te permiten cerrarlo «al vacío» de forma tal que no ingrese aire ni humedad ambiente que pueda dañar los granos.
»»Utilizar frascos de vidrio. Si bien puedes dejarlos en la bolsa que los compras para que permanezca su sabor, la ventaja de este tipo de frascos es que son un poco más prácticos. Tienes todos los tipos de café diferenciados por etiquetas, con sus colores característicos a la vista y mucho más a mano que en una bolsa guardada en la alacena.
»»En latas. También existen unas latas diseñadas especialmente para guardar café, que conservan perfecto el sabor del café. Si consigues una de ellas, lo único que tienes que hacer es colocar los granos dentro, apretar la tapa para que salgan los restos de oxígeno y humedad innecesarios, y abrirla sólo cuando vayas a consumir.
»»Una vez que hayas elegido el contenedor en el que vas a guardar el café, recuerda que lo mejor es dejarlo en un lugar fresco lejos de la luz (¡y del freezer!).